"Había una vez un hombre
al que se le daba tan bien soñar,
que podía soñar con lo que quisiera.
Ese hombre era mi abuelo".
Sería maravilloso poder tener el don de hacer vivir a los demás sus sueños, de hacerles feliz aunque fuera un instante... de poder hacer los sueños realidad. De eso saben mucho los abuelos, como el de esta historia, que puede soñar con lo que desea e incluso puede tener los sueños que los otros anhelan, alegrando así su existencia.
Podría ser este personaje un inventor de sueños "a la carta", ¿o se trata más bien de un "contador" de historias que los demás desean vivir en primera persona? En cualquier caso, posee ese maravilloso don del que hablamos, el de hacer felices a aquellos con los que se encuentra en su camino. Nos es de extrañar, pues, el orgullo que siente su nieto al hablar de él.
El jovencísimo autor e ilustrador Nicolai Troshinky, nacido en Moscú y afincado desde hace algún tiempo en nuestro país, nos trae esta conmedora historia cargada de sueños. Un fabuloso álbum ilustrado editado por Kókinos.
JOSÉ CARLOS.
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