11 de diciembre de 2011

CAMBALACHE.


Cada tarde,
la oveja Catalina
se preparaba una taza de chocolate
y se sentaba a leer en su silla favorita…

Tengo muchos amigos y amigas apasionados de los libros que tienen un rincón especial para entregarse al placer de la lectura. Son lugares de los más variados; puede ser un espacio privilegiado de la casa lleno de luz, un rincón de la biblioteca, un cómodo sillón donde relajarse junto a la ventana, a algunos les gusta leer en la cama (entre los que me incluyo), pero ¡en una silla!... no parece el lugar más cómodo ¿verdad?


Pues eso no es lo que debía pensar Catalina, la oveja que tenía una silla preferida para leer sus cuentos. Para ella era muy cómoda y confortable y le encantaba pasar las horas en su silla roja leyendo cuentos. Todo iba bien hasta que un día un accidente provocó algo inesperado: su silla se rompió y tuvo que cambiarla por otra. Y aquí comienza el trueque de la oveja con otros simpáticos animales: primero cambió la silla por un taburete, luego el taburete por un sofá, más tarde el sofá por una mecedora.... pero pronto descubrirá que nada será mejor que su añorada silla... ¿volverá a recuperarla algún día?... Todo es posible en los cuentos, como bien sabéis...


A la peculiaridad de esta simpática historia, hay que añadir otra que descubrirá el lector cuando tenga el libro en sus manos. Paralelamente a la historia de Catalina, en las ilustraciones del libro aparecen junto a la oveja y demás protagonistas, los personajes del cuento que está leyendo. Y es que este cuento tiene sorpresa, ya que esconde otro cuento dentro; así entre cambio y cambio de asiento, la oveja irá desgranando la historia de unos personajes que os resultarán muy conocidos. ¿Queréis algunas pistas?: son tres hermanos con sus respectivas casitas, el lobo llama a la puerta de cada una, derrumba la casa de paja, sopla en la puerta de la casa de madera, entre por la chimenea del tercero....¿a qué os suena este cuento?

Un libro ideal para acercar a los niños y niñas al placer de la lectura y es que ... ¡leer se puede convertir en una auténtica aventura!.

contraportada de "Cambalache"

Texto de Roberto Castro e ilustraciones de Margherita Michelli. Editado por Oqo.

JOSÉ CARLOS.