31 de agosto de 2012

YA ESTAMOS DE VUELTA... ¡EMPEZAMOS LA REVOLUCIÓN INFANTIL!


LETRAS EN LOS CORDONES.


"Flor es la más grande de nosotros siete. Tiene siete años. 
Por eso y porque es muy valiente, podemos ir a la escuela con ella. 
No le tiene miedo a la oscuridad, ni a los espantos 
que dicen que aparecen a las seis de la mañana. 
Creo que también quiere ir a clase 
porque le gusta ponerse los zapatos y la ropa de ir a la escuela…"


Si hay algo de lo que realmente nos sentimos orgullosos los componentes de este blog es de haber elegido y poder desarrollar actualmente nuestra profesión, la de maestros. Por eso, al encontrar un libro como el que hoy os traemos y abrir sus páginas, nos invade un sentimiento de gozo que no podemos dejar de expresar a los cuatro vientos...

"Letras en los cordones" nos trae la historia de una familia humilde y numerosa en la que la madre tiene que trabajar fuera y los niños tienen que pasar la semana con su abuela, que junto a la hija mayor han asumido el cuidado de los más pequeños de la casa. La historia es narrada por uno de los hermanos menores, que de forma dulce nos transmite el sentimiento de amor hacia su progenitora, a la que esperan con ilusión cada final de semana para dormir todos junto ella, sentir su olor y transmitirle su amor incondicional.


Y paralelamente a esta historia de amor familiar nos encontramos otra, la historia de la escuela, donde cada día el niño tiene que acudir aunque no le gusta, máxime cuando está tan lejos. El pequeño no lo entiende aún, pero la hermana mayor le intentará hacer ver el mágico poder que tienen las letras y los libros, las historias hermosas que esconden. Él se extraña porque observa que los libros son para ella el pasaporte a un mundo imaginario y lleno de emociones.


"Flor ya sabe leer, dice que las letras, que a mí me parecen 
unos dibujos muy difíciles de entender y de juntar,  son contadoras de cosas 
y que cuando aprendes a leer es como si te contaran cuentos…"

Y a este amor por los libros contribuirá gratamente la maestra de la niña, que alenta su entusiasmo con nuevos libros e historias que harán el deleite de la protagonista, tanto, que la niña confesará al final del libro a su madre que de mayor quiere ser maestra, cosa que llenará de gozo a la mujer.


Un relato de Cristina Falcón, editado por Kalandraka, que nos ha parecido realmente sentimental y que además Marina Marcolin ha conseguido convertir en algo realmente emotivo y bello, con sus imágenes que evocan recuerdos antiguos en tonos ocres, combinando las estampas realistas de una familia humilde, con las imágenes simbólicas e imaginarias en las que las letras del abecedario forman parte de la historia y se convierten en elementos cotidianos de la misma.



Una historia que os recomendamos para comenzar este nuevo curso escolar, cargada de valores, que la  autora escribió a raíz de la participación en una campaña internacional organizada por varias ONG’s en favor del derecho de la infancia a la escolarización y la educación. Como ella misma explica, fue su deseo de “reivindicar las formas de escuela que hay en otros lugares” lo que hizo brotar la historia de Flor y su familia: “Estamos en un lugar donde se están dando ordenadores portátiles en las escuelas, cuando el mundo es tan desigual y, al otro lado del charco en Latinoamérica, o aquí mismo, los niños van descalzos a la escuela, o les dan una pastilla de leche o un paquete de galletas… Y se trata de una historia real”. 

JOSÉ CARLOS.