¿Quién no ha soñado con tener unas alas para volar e ir más
allá del mundo que nos rodea? ¿Qué aventuras nos depararía? Y sobre todo ¿cómo
cambiaría y ampliaría nuestra visión de las cosas?
Pues eso es lo que le ocurrió a Adelaida. Adelaida era una
canguro que vivía en su casa, con sus padres canguros, sus hermanos canguros,
sus amigos canguros. Hacia lo que hacían todos los canguros, saltar y
saltar, pero ella saltaba un poquito más que los demás. Y ¿sabéis porqué? .pues porque
Adelaida era diferente al resto de canguros: tenía
unas alas preciosas que pronto empezaron a crecerle. Sus padres sorprendidos,
aprendieron a aceptarla y a quererla tal como era.
“Adelaida” es una sencilla historia de Tomi Ungerer, un clásico
de la literatura infantil, pero que en esa sencillez aparente encierra todo un
catálogo de valores que se desarrollan en esta tierna historia en la que
Adelaida, la canguro con alas, simboliza las ganas de aprender y descubrir a través del
mundo que le rodea más allá de su entorno cercano y alcanzar sus sueños.
Esta
tierna historia está llena de guiños a otros valores y emociones como la
capacidad para aceptarse a sí misma y ser aceptada por los demás. El valor de
la amistad, la soledad, la compasión, la valentía, el coraje y la ayuda a los demás.
Pero sobre todo es una historia de amor a uno mismo y a los demás.
Todo un clásico que no debe faltar en nuestra biblioteca,
que nos acerca a una literatura de calidad y que ha sido rescatado y publicado
por la Editorial Kalandraka.
LUIS
LUIS