7 de febrero de 2013

HILOS DE COLORES.


"Érase una vez una niña que aprendió a tejer desde pequeña un vestido.
En ese traje empezaron a mezclarse todos los colores
del mundo de su memoria..."

Cuando aparece un álbum como "Hilo de colores", que te puede llegar a tocar la fibra más sensible, es como un regalo, pero si además tus circunstacias personales hacen que alguien al que quieres viva una historia parecida a la de la protagonista de esta historia, entonces te llega directo al corazón, haciendo que al cerrar la última página sientas una inmensa emoción, mezcla de tristeza y a la vez alegría, por haber podido compartir y ayudar en su última etapa a la persona que un día nos cuidó a nosotros.

Elena Ferrándiz, de la mano de Legua Editorial, nos trae la historia de una niña que un día recibe un regalo muy especial de su abuela, un libro encuadernado manualmente en el que se puede leer con letras bordadas: "Hilos de colores, memorias para mi nieta".


En el libro la abuela explica a la niña su historia de vida, tejida a través de la mezcla de hilos de todos los colores que formarán un hermoso vestido; colores como el carmín de la sonrisa de su madre o el naranja de las pecas de su mejor amiga. A través de estos hilos, la niña descubrirá las historias de amor de su abuela, como la de su marido y sus hijos. Todos harán que su vestido vaya creciendo y creciendo, mientras ella deja pasar la vida cuidando el jardín que un jardinero creó para ella con un hermoso rosal.


Pero un día la abuela descubrió un pequeño agujerito en su vestido al que no le dio mucha importancia y pronto apareció otro, y luego otro más, hasta que su vestido se llenó de tantos agujeros que por ellos empezaron a escaparse poco a poco sus recuerdos.


Será su hijo el que con paciencia intentará tapar todos los agujeros, abandonando incluso el cuidado del jardín para dedicarse por completo a arreglar el vestido de su madre, pero eran tantos los agujeros que hubo un momento que ya solo no pudo y la abuela sin su vestido no volvería a ser feliz...

Afortunadamente, la abuela un día preguntó de nuevo por su jardín y su hijo fue tan feliz de que aun conservase algún recuerdo, que decidió limpiarlo y arregarlo para que ella pudiese disfrutar de sus queridas rosas en primavera, sentada en su cómodo sillón junto a su querida nieta, a la que de vez en cuando mostraba los hilos de colores que se le habían caído del vestido, pero que aún conservaba en su cajita de los recuerdos.


¿No es una historia tierna y llena de sensibilidad? Yo me he vuelto a emocionar al recordarla para escribir estas palabras ahora. Una historia llena de poesía y de metáforas que nos hablan de la terrible enfermedad del alzheimer, que la autora compara con la pérdida de esos hilos de colores que componen el traje de la abuela, los momentos más importantes de su vida. Una reivindicación de la importancia de ayudar a estas personas a no olvidar sus recuerdos, a esforzarnos por hacerles felices y recordarles lo que ahora ellos no pueden.

Pero además este libro es una fantástica muestra de ánimo para los cuidadores de estos enfermos, las personas que intentan tapar los agujeros del traje de la vida, aun dejando de lado cosas importantes de su propia vida. Las personas que día a día sufren al ver el deterioro de sus seres queridos, a los que la autora manda un mesaje a través de esa tierna historia: deben sentirse orgullosos por la inestimable labor que realizan prestando sus manos y, sobre todo, sus recuerdos a los que ya no los tienen.

Y si con el texto  nos hemos emocionado, que decir de las maravillosas ilustraciones... La escritora e ilustradora Elena Ferrándiz, a través de sus imágenes cargadas de símbolismos, nos ha regalado un álbum repleto de emociones, en el que las ilustraciones de la historia de vida de la abuela vienen en foma de libro, ese que le regala la abuela a la niña. En cada doble página del álbum podemos encontrar cada uno de los recuerdos de la anciana dibujado en un trozo de tela diferente, de forma que hay un momento en la lectura del libro que parece que realmente tenemos entre nuestras manos el libro de los "Hilos de colores, memorias para mi nieta".


Una maravillosa historia para que los pequeños entiendan esta dura enfermedad ya que, en palabras de la propia autora, "vivimos en una sociedad superficial donde la enfermedad y la vejez se tratan como si no existiesen. Y cuando eres un niño esta situación se complica, porque el Alzheimer sigue siendo todavía una enfermedad desconocida para la sociedad en general, muy difícil de explicar, y más difícil de entender y afrontar cuando más joven eres, por eso este libro puede ser una buena base para dar a conocer esta situación".

Desde aquí quiero agradecer a Elena Ferrándiz este regalo en forma de libro, ya que al escribir esta historia nos ha ayudado enormemente a los que cada día vemos como nuestros seres más queridos van perdiendo, muy a nuestro pesar, sus hilos de colores.... Pero ahí estaremos, para recogerlos de uno en uno mientras caigan, para que no se pierdan nunca...

JOSÉ CARLOS.