17 de julio de 2013

NUESTRA SEÑORA DE PARÍS


"Nuestra Señora de París" (Notre-Dame de París) es una de las obras cumbre de Victor Hugo uno de los máximos representantes del Romanticismo Francés y uno de los más destacados e ilustres escritores en lengua francesa. La obra escrita en 1831 fué aclamada por la critica y un gran éxito entre el público. Llena de elementos propios del Romanticismo: ambientación, personajes marginados, amores imposibles, final dramático...

Ahora será Benjamín Lacombe, considerado uno de los mejores ilustradores europeos en la actualidad, el encargado de poner y dar vida a los personajes a través su pincel.


Lacombe no es la primera vez que se pasea por los clásicos. Famosas son sus ilustraciones para "Alicia en el país de las maravillas", "Blancanieves", "Cuentos de Poe" (con la traducción de Julio Cortázar).


En esta ocasión nos acerca Lacombe a los miserables, frente a una majestuosa edificación, la catedral, que como máter amantísima acoge a los personajes frente al caos de una sociedad medieval en decadencia.
La versión del ilustrador francés nos acerca a un París medieval, oscuro y opresivo en el que los personajes, a los que dota de una gran fuerza, no tienen escapatoria posible. Al mismo tiempo la belleza de las ilustraciones de Lacombe nos atrapan de principio a fin en este texto imprescindible de la literatura universal.


Este libro contiene la primera parte (volumen 1 de 2) de la novela más famosa de Victor Hugo, verdadero icono del romanticismo, presentada en una magnífica edición ilustrada. Benjamin Lacombe explora en esta obra la época medieval y se deleita ofreciendo su interpretación personal de un imaginario que, en medio del bullicio y los clamores, ha forjado tres personajes de leyenda: Esmeralda, mujer fatal; Frollo, archidiácono maldito; Cuasimodo, jorobado y tuerto, de gran corazón. Y, como telón de fondo, una imponente catedral.


La novela se inicia con unas celebraciones populares, con motivo de la Epifanía de 1482 en el Palacio de Justicia. La obra nos presenta a Esmeralda, la bailarina gitana, Quasimodo, un deforme joven que se encarga de las campanas de la Catedral de Notre Dame, y el archidiácono Claude Frollo, padre adoptivo del campanero. Frollo, atraído por la bailarina, pide a su protegido Quasimodo que la rapte. Sin embargo, la intervención del capitán Febo de Châteaupers impide la consumación del secuestro y lleva a Quasimodo a la condena del suplicio público. Es azotado en la plaza, y recibe todo el odio y los insultos del pueblo, que lo detesta por su fealdad. Quasimodo pide agua y la gitana Esmeralda sube al patíbulo para calmar su sed.


"— ¡Agua! — repitió por tercera vez Quasimodo.

Entonces vio cómo se apartó el gentío. Una muchacha curiosamente ataviada salió de entre la gente. Iba acompañada de una cabrita blanca de cuernos dorados y llevaba una pandereta en la mano.


El ojo de Quasimodo centelleó. Era la bohemia a la que había intentado raptar la noche anterior, fechoría por la que comprendía vagamente que estaba sufriendo aquel castigo, lo que, por otra parte, no era cierto ni mucho menos, pues se le estaba juzgando por la desgracia de ser sordo y por haber sido juzgado por un sordo. Estaba seguro de que también ella había venido para vengarse y darle, como hacían los otros, su golpe correspondiente. [...]

Ella, sin decir una sola palabra, se aproximó al reo, que se retorcía en vano para librarse de ella, y soltando una calabaza que a guisa de recipiente tenía atada a la cintura, la acercó muy despacio a los labios áridos del desdichado."


Benjamin Lacombe nos presenta como nunca y con gran  perfección la fragilidad de los personajes ante un mundo bullicioso y lleno de contradicciones, que les es hostil. Describiendo magistralmente a la catedral de Notre Damme de París como un personaje más que al tiempo que los acoje parece como si quisiera a plastarlos.

"Notre-Dame de París"  ha sido editado por la Editorial Edelvives.

LUIS.