16 de abril de 2011

TODOS MENOS UNO.


«En un jardín crecía una planta de guisantes. 
Se parecían unos a otros y vivían tranquilamente. Todos menos uno. 
Había un guisante que no quería ser como los demás.»

Ser diferente (o intentar serlo) tiene sus dificultades e incluso su precio, pero también sus recompensas. Hay que tener una gran personalidad para atreverse a ser diferente a los demás y no dejarse influir por la opiniones que genere esta diferencia. Ese es un mensaje que a diario queremos transmitir a nuestro alumnado de Educación Infantil: el valor de la diferencia.

¿No sería muy aburrido que todos fuésemos iguales? Eso es lo que debió pensar el protagonista de esta historia, un guisante que un día tomó una importante decisión: no quería parecerse a los demás guisantes que aburridos dormitaban en su planta.


Inició así un viaje en el que fue conociendo distintos animales y de cada  uno quiso atrapar algo. Del Pavo Real  le sedujo su belleza y le arrancó entonces una pluma y se la ató con una cinta. Se sintió hermoso.


Del Tigre le fascinó su ferocidad y elegancia, así que sin dudarlo tomó un pincel y se cubrió de rayas. Entonces se sintió audaz.


El Elefante le pareció imponente, con esa nariz tan grande, así que se hizo una trompa con una brizna de hierba. Así sintió que inspiraba respeto.


Y así de orgulloso regresó a su hogar. Pero ante su sorpresa, los demás guisantes se burlaron de él.... Lejos de ofenderse, nuestro guisante no desistió y como semilla que era, cavó su hoyito en la tierra y se acurrucó en  él con su pluma, su trompa y sus rayas.


Obviamente, ser diferente tendrá su recompensa al llegar la primavera, pero esto tendréis que descubrirlo en el libro... Éric Battut ha dejado lo mejor para el final. Un final delicioso y tierno que os encantará, sin duda.

Un entrañable álbum editado por los Libros del Zorro Rojo.

JOSÉ CARLOS.