14 de diciembre de 2016

EL PIOJO SALTARÍN.


Salta, salta, Saltarín.
Pilla, pilla, pillarín.
Pica, pica, picarón.
¡Chincha, chincha, chincharrón!

Podría parecer que el problema de los piojos en el cole es de otra época, pero actualmente supone uno de los quebraderos de cabeza (nunca mejor dicho) de muchos padres y maestros, en determinadas épocas del año. El contagio de los desagradables piojos, que entran en el aula de repente sin ser invitados, muchas veces es objeto de burla de unos niños hacia otros y también enfados entre las familias, que intentar buscar siempre al culpable del que primero los trajo a clase...

Nuestra labor como maestros es hacer entender a las familias que esto no es un problema tan extraño en un aula en la que conviven tantos niños y niñas durante gran parte del día, resaltando que estos parásitos afectan a todos los estratos sociales por igual y que puede aparecer en todas las épocas del año. La única forma de no contagiarnos es la prevención para evitar brotes o epidemias de piojos en el colegio y en este sentido es necesario que las familias de los alumnos se impliquen en ello.

Con los niños y niñas habría que hacer un trabajo especial para que el hecho de verse contagiado de piojos no suponga un auténtico drama y para ello podemos utilizar algunos recursos que nos ayuden a desmitificar ciertos mitos y nos hagan perder el miedo a estos parásitos, cuando inevitablemente ya han llegado a nuestra cabeza. Uno de estos recursos son los libros como el que hoy os traemos, "El piojo saltarín", escrito por Raquel Díez e ilustrado por Anna Laura Cantone (Legua editorial).


Saltarín es un piojo que está más calvo que un choco y en busca de ricos pelos... ¡va saltando como loco! Y claro, ¿qué mejor sitio para encontrarlos que el divertido colegio, donde hay cabellos deliciosos? Allí nuestro amigo picotea las cabezas de niños revoltosos y se va tragando coletas y rizos por doquier, incluso de la mascota de la clase. Y es que este piojo saltarín es la mar de travieso y de la escuela, de cabeza en cabeza, también llega hasta casa para comerse los pelos de toda la familia.. .¡hasta el moño de la abuela!


¿Cómo podrán niños y mayores deshacerse de este pesado piojo? ¿Habrá alguna solución para acabar con sus travesuras? Lo descubriréis al final de este fabuloso álbum que es magia y poesía, ilusión y diversión, música y palabras, todo ello fusionado con una divertidísimas y originales ilustraciones, que harán las delicias de grandes y pequeños.

Desde el plano didáctico, la autora pretende desmitificar el tabú de los piojos en el aula de Infantil y darnos un recurso para tratar la temática de una forma natural, divertida y motivante para el alumnado. Según las propias palabras de Raquel Díez, "los piojos son algo rutinario en el colegio y la mayoría de las veces no se sabe cómo debe trabajarse. Incluso a algunos maestros les da cierto pudor comunicarle a los padres que su hijo tiene piojos. Este tema hay que tratarlo de forma natural, tanto con los niños como con sus familias".


Y ahora amigos nos despedimos, ¡no vaya a ser que antes de darnos cuenta el piojo Saltarín nos salte a la cabeza!

JOSÉ CARLOS.

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