La R.A.E. define abrazar como "Ceñir con los brazos" o "Estrechar entre los brazos en señal de cariño". Es evidente que el contacto físico expresado a través de un cálido abrazo proporciona un enorme bienestar. Con un abrazo podemos expresar muchas cosas, sin tener que decir a veces ni una sola palabra.
Si echamos la vista atrás, seguro que muchos de vosotros recordaréis más de una situación o momento en el que un abrazo os ha consolado y reconfortado cuando más lo necesitábais. Porque eso es lo que tienen las personas que nos quieren, que saben dar un buen abrazo cuando más falta nos hace. El abrazo puede ser considerado, por tanto, como una de las principales demostraciones de afecto del ser humano... ¡a quién no le gustan los abrazos!
Además, son muchos los estudios científicos que han demostrado el poder beneficioso de los abrazos: pueden liberar endorfinas provenientes del cerebro y esto conllevaría tener poderes curativos, ayudan a aliviar la ansiedad, disminuyen el estrés y la depresión o fortalecen la autoestima, ayudan a vencer el miedo, entre otros muchos aspectos positivos.
Y ahora os invitamos a haceros un par de preguntas, ¿a quién has abrazado hoy? y ¿quién te gustaría que te abrazara?
Si no lo tenéis muy claro podéis construiros una Máquina de los abrazos, como la de nuestro protagonista de hoy, un niño que dice poseer unos brazos especiales preparados para dar grandes abrazos a toda aquella persona o cosa que los necesite. Sin duda, él es el mejor dando abrazos, así que no puede dejar de aprovechar esta oportunidad para hacer felices a los demás, porque sus abrazos calman a la gente y levantan los ánimos de quien los necesita.
Si quieres descubrir que otras cosas puede conseguir nuestro protagonista con el poder de sus abrazos, no dudéis de adentraros en las páginas de este divertido álbum ilustrado, escrito e ilustrado por Scott Campbell, y editado por Andana editorial.
JOSÉ CARLOS.
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