Como encontramos en el prólogo de este nuevo álbum ilustrado, editado por Libros del Zorro Rojo, "un romance es una vieja canción. Y también una historia que podemos inventar entre todos. Cada uno la retoma por turnos y agrega una nueva palabra, sin olvidar nada de lo que se ha dicho".
En este romance escrito e ilustrado por Bernard Granger, más conocido como Blexbolex, la historia contada a través de los ojos de un niño vuelve a empezar cada día. Al principio, el mundo del niño es pequeño y así la historia que nos cuenta es pequeña y sencilla: de camino de la escuela a casa solo ve el camino y al final la casa.
Pero como si en la escuela la mente y, a su vez, el mundo del niño fuesen creciendo, al día siguiente en su regreso a casa verá, además del camino, la calle y el bosque. Y al otro nuevo día, una nueva historia: en el camnio encontrará además de todo eso a un deconocido, un puente, a los bandidos y... ¡a la bruja!
Y así, de forma acumulativa, se van incorporando más y más personajes y escenas al romance, que cada vez se irá tornando más misterioso al aparecer en escena la princesa, un presagio, el duende y un sortilegio, entre otras muchas sorpresas.
Cada una de las siete secuencias de este romance comienza con la descripción de la historia por parte del niño para, seguidamente, sucederse la secuencia de imágenes que la desgranan, en modo telegráfico, a través de palabras o frases cortas e imágenes, a veces locas y disparatadas como la misma historia.
Un valor añadido es que en algunas de las páginas se invita además al
lector a intervenir, dejando en blanco palabras para que las invente e
introduzca en la historia.
A la originalidad de la historia, cada vez más llenas de detalles y, por supuesto de misterio, se unen unas originalísimas y llamativas ilustraciones que nos harán disfrutar el doble de su lectura. Una cuidadísima presentación la de este álbum, cuya tipografía ha sido diseñada por Patrick Doan y que ha sido elegido por The New York Times como uno de los diez mejores libros ilustrados de 2013.
JOSÉ CARLOS.
No hay comentarios:
Publicar un comentario