
"Habría podido, incluso, nacer Toro.
Hermoso, fuerte y seductor.
Le haría la corte
a todas las vacas de los alrededores
y las llevaría de luna de miel
al norte de China,una tras otra.
Pero heme aquí, soy Ming. Y nadie más.
Vivo en el interior de China,
junto al lago Kokonor"...
Así comienza la historia del abuelo Ming. Aunque hubiera podido nacer Reina de Inglaterra, Cocodrilo, Rico Emir, Bruja Horrible, Toro, Emperador del Mundo y haber llevado una vida espléndida entre riquezas y sirvientes, Ming está contento con su destino: es un simple anciano chino que vive en una aldea perdida rodeada de montañas, y disfruta cada día de las cosas pequeñas: una taza de té, unos pasteles de jengibre, la charla con su amigo Liang... Pero, por encima de todo, el viejo Ming ama la compañía, los juegos, las canciones y la calidez de la pequeña mano de su nieta Nam.


JC.
1 comentario:
Gracias por descubrirme tu blog, despues de leerlo desde la primera entrada soy más maestra
Publicar un comentario