21 de enero de 2013

LA NIÑA QUE CAMINABA ENTRE AROMAS.



"Cuando Ana nació, todo estaba
a oscuras...."

Así comienza este álbum que acabamos de conocer y que nos ha conquistado por la belleza de sus imágenes y la ternura de su historia. Una historia de superación protagonizada por una niña que por su ceguera se ve obligada a desarrollar con intensidad el resto de sus sentidos. Vivir a oscuras no es fácil y por ello tendrá que aprender a sentir las cosas a través de tacto y, sobre todo, del olfato.


Fue durante el invierno cuando Ana comenzó a "caminar entre aromas", es decir, guiándose gracias a los olores de las cosas que la rodeaban. Y aunque al principio le costó trabajo y más de un chichón, aprendió a esquivar los muebles de casa... tan solo por su aroma.


Junto a su abuela, y gracias a sus dotes para discriminar los olores, Ana se convertirá en una reputada cocinera, reconocida en los pueblos cercanos por un don muy especial: cuando pruebes su comida, te sientirás irremediablemente enormemente feliz.

¿Os lo imagináis? ¿no sería maravilloso que al probar un plato su sabor nos transportara a aquel lugar donde antaño fuimos tan felices, o a aquel momento que nunca querríamos borrar de nuestra memoria y poder revivirlo de nuevo con total intensidad? Pues justo eso es lo que conseguía Ana cuando alguien probaba un bocado de sus platos, elaborados con tanto mimo y cariño. Así conseguirá la muchacha hacer feliz a los habitantes del lugar, evocando sus recuerdos con sus mágicas mezclas de especias. 


A todos menos a Julián, que se siente desanimado desde hace años. Al muchacho, por mucho que lo intenta, Ana no podrá sacarlo de su tristeza con sus delicadas recetas. ¿Por qué será? ¿cuál será el mal de Julián que ni sus platos pueden curar? Será su abuela la que le dará la solución: quizás sea hora de dejar de leer el corazón de los demás para leer el suyo. Y será entonces cuando ella lo entienda todo...


Sin duda amigos soñadores, ésta es una bellísima y poética historia como a nosotros nos gustan, cargada de sentimientos positivos. Una historia que transmite un gran mensaje: a pesar de ser diferente, siempre puedes hacer cosas especiales, si consigues transformar tus problemas en virtudes.

Una tierna historia escrita por el argentino Ariel Andrés, ilustrada maravillosamente por la alemana Sonja Wimmer y editada por Cuento de Luz, una editorial joven a la que auguramos un estupendo futuro si siguen deleitándonos con bellezas como ésta.


JOSÉ CARLOS.