
Sin dudarlo lo cogí, y como anillo al dedo aquella chistera de mil y un color encajó perfectamente en mi cabeza. Fue algo mágico, desde ese momento me acompaña cada vez que narro una historia.
A los niños les encanta, con el consigo captar su atención en un instante.De igual forma, ocurre con otro elemento que me acompaña en ocasiones especiales, como , sesiones de cuentacuentos, presentación en el aula de cuentos especiales, Día del libro o Semana del libro, hablo de “Federico” un extrovertido ¿¡ “pollo”?!, sí, podría serlo, de gomaespuma que camina junto a mi a modo de “Flautista de Hamelín”, recorriendo aulas y llevando a los peques hasta los lugares donde celebramos las sesiones de cuentacuentos, actividades, en definitiva, de animación a la lectura.
MARÍA JOSÉ (infantil 5 años)