6 de septiembre de 2017

ESTO NO ES UNA SELVA.


¡No, no y no!... Cuántas veces habréis escuchado esta respuesta ante una petición a vuestros alumnos o hijos cuando le proponéis algo ¿verdad? Y en realidad da igual lo que sea, la reacción y respuesta negativa siempre es la misma ante nuestra desesperación, a veces. ¿Por qué ocurre esto? ¿Qué hacemos mal los mayores? ¿Por que un niño que se porta perfectamente, de repente un día nos contradice en todo?


Todo esto tiene un explicación, relacionada con las fases del desarrollo de los niños y niñas: hemos llegado a la fase de oposición o negación, que algunos expertos suelen situar a partir del año y medio de edad, y en la que a los pequeños parece divertirles llevarnos la contraria en todo. Pero aunque parezca lo contrario, no suele ser algo raro y es fruto de las primeras búsquedas de independencia de los más pequeños en sus relaciones sociales; un acto que les ayuda a reafirmar su personalidad. Por tanto, nos encontramos ante una etapa o fase totalmente normal, aunque obviamente todo tiene un límite, y si estas conductas se agravan y se alargan excesivamente en el tiempo, tendremos que ponernos en manos de un especialista.


Pues justo en esta etapa se encuentra la protagonista del álbum que os traemos hoy, "Esto no es una selva". Todo empieza el día que Paula decide decir que no, aunque su mamá le pida todo por favor. Para ella, decir que no es divertidísimo, porque puede hacer lo que quisiera. No quería cambiarse de ropa, ni ducharse, llevar los platos al fregadero tampoco ni, por supuesto, recoger su cuarto, por lo que cada vez se parecía más a un auténtica selva. Y aunque a ella le parece todo aquello muy divertido, un fortuito acontecimiento lo cambiará todo, ya que de pronto su casa se convertirá en una auténtica selva, con lianas, vegetación de todo tipo y animales campando a sus anchas, así que Paula tendrá que ponerse manos a la obra para que todo vuelva a la normalidad lo antes posible... ¿lo conseguirá?


La divertidísma historia escrita por Susanna Isern, nos deja ver sus grandes dotes como autora y, en este caso, como psicóloga y madre, al tratar en esta historia una de las grandes preocupaciones de los padres y madres que seguramente, por lo que intuimos al leer su dedicatoria en las primeras páginas, ella ha vivido con alguno de sus hijos: las negativas o rabietas, haciéndonos entender que en la mayoría de los casos, como le ocurre a la protagonista del álbum, son ellos mismos los que superan estas fases sin más problemas, regulando al final su propio comportamiento.

Y como complemento perfecto a la historia, las fabulosas ilustraciones de Rocio Bonilla, una de las ilustradoras mejor valoradas y con un futuro más prometedor en el panorama de la literatura infantil actual de nuestro país. Ilustraciones frescas, divertidas y cargada de detalles que nos invitan a mirar el libro y pasárnoslo en grande una y otra vez, porque siempre encontramos algún detalle que antes ni habíamos visto, en cada nueva lectura.

Para terminar, os dejamos con un fabuloso video en el que Susanna Isern y sus hijos nos cuentan un poco sobre "Esto no es una selva", editado por Flamboyant.


JOSÉ CARLOS.