20 de abril de 2014

HANSEL Y GRETEL


Aunque siempre nos hayan parecido crueles ciertas temáticas en los cuentos tradicionales, que con el tiempo fueron dulcificadas para contarlas a los niños, es bien cierto que fueron recogidas por la tradición oral de historias y situaciones que en muchos casos no eran fantasía, sino que ocurrían u ocurrieron en la realidad.


Se trataba de trasladar al pueblo historias y hechos y que en muchas ocasiones no estaban destinados al público infantil, los cuales  siempre contenían una moraleja.


¿Quién no se ha sentido sorprendido con la actitud de los padres de “Hansel y Gretel” y su actitud malvada al abandonar a sus hijos en el bosque, no una sino dos veces? En las primeras historias de este cuento que ahora publica la Editorial OQO, eran los padres los que abandonaban a los hijos.

Después, para dulcificar y evitar la crueldad de unos padres que pueden acometer tales hechos, esa actitud se trasladará a la figura de la madrastra de los niños, con lo que el rol de una mujer que cuida de unos hijos que no son suyos se convertirá en la mayoría de los cuentos clásicos en un personaje malvado, lo cual ha hecho que la palabra "madrastra" tenga unas connotaciones  tan negativas, y de esta manera se justificaba dicha actitud. 


El machismo imperante en muchos cuentos clásicos hace que nunca el padre o padrastro en estos cuentos se vea con ojos negativos o malvados, quedando siempre en un segundo plano frente a la mujer.

Para entender este tipo de relatos hay que trasladarse a la vida y consideracion de  niños y niñas durante la Edad Media, de donde provienen todas estas historias tradicionales. Los niños no eran considerados como en la actualidad, estimándose la infancia como un estado que se había de soportar en lugar de gozar y proteger. Se considerába esta etapa como un periodo carente de vigor, astucia, ingenio y nada provechoso. De aquí que los padres decidan sobre la vida de sus hijos sin importarles su bienestar.


Debido a la hambruna imperante en la Edad Media el abandono de niños era una práctica común en muchas familias. La extrema pobreza les hacía que pudieran abandonar a los pequeños. En muchas regiones alemanas no era constitutivo de delito este hecho, teniendo derecho la madre a abandonar a sus hijos. Así mismo la frialdad con la que la niña se deshace de la bruja en el fuego hay que entenderla como que en aquella época eran quemadas en  la hoguera aquellas mujeres acusadas de brujería.



Muchas veces es curioso conocer la historia para acercarnos a estos cuentos que en muchos casos nos parecieron y nos parecen tan crueles. 


“Hansel y Gretel” versionado por Tina Meroto ("La bruja rechinadientes, Editorial OQO) e ilustrado por Iratxe López de Munáin, ha sido editado por la Editorial OQO.