Vivimos tiempos convulsos…. El drama de la inmigración está
cada día más presente entre nosotros. Este drama nos afecta a todos y hemos de
ser conscientes de ello como pertenecientes a esta gran aldea global en la que
estamos inmersos y de la que todos somos responsables.
Es el momento de demostrar nuestro lado solidario y de unir
fuerzas para acoger a aquellos que huyen de la pobreza, y en muchos casos del
terror. Al principio podrá resultar difícil pero con un poquito de tiempo y
esperanza todo se consigue. La falta de prejuicios de los niños y niñas, de los
que sin duda tendríamos que aprender,
nos pueden enseñar muchas cosas para conseguirlo. Si niños como Alma y Otto lo consiguieron, porqué nosotros
no.
Alma ha llegado del mar. Otto no entiende su idoma y desde
que está en casa y le ha tenido que dejar
su habitación se siente desplazado. La atención de sus padres, su abuela y sus
hermanos ahora se dirigen a Alma. Y a Otto el pequeño de la casa esto no le
hace mucha gracia.
A pesar de todo, la comunicación entre ambos irá más allá de
las palabras y la amistad trascenderá la distancia que apareció en un primer
momento.
Gracias a la presencia de un amuleto, Otto entenderá mejor el
origen de Alma Sebhat, el verdadero nombre de la niña que vino del mar.
Un libro cargado de lirismo y de poesía, pero no ajeno al dolor de todos
aquellos que, poniendo en riesgo sus vidas, emprenden un largo viaje en busca de
un mundo mejor, alejado de desencuentros, pobreza, guerras y conflictos, buscando
en ese primer mundo el ansiado paraíso. Alma sin duda representa a todos
esos niños, en ella se condensa la tragedia de todos aquellos niños y niñas que
acompañan a los adultos en su huida hacia la esperanza.
Una maravillosa metáfora para hacer conscientes a los niños
de la realidad en la que vivimos y enseñarles a no mirar hacia otro lado….
"Alma y la isla" escrito por Mónica Rodriguez e ilustrado por Ester García ha conseguido el XII Premio Anaya de literatura infantil y juvenil.
1 comentario:
Lo terminé de leer ayer. Es cierto que es un libro con cierta dureza. Entiendo que Alma ha perdido mucho por el camino y el final me ha resultado difícil, a pesar de la amistad surgida entre ambos niños que trasciende las diferencias entre ellos. Un libro recomendable. Acercar estas realidades a los jóvenes de nuestra sociedad en forma de historias como ésta es muy necesario. Las ilustraciones me han gustado mucho. Bicos!
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