18 de septiembre de 2011

EL HOMBRE DE AGUA.


“Alguien había dejado el grifo abierto. Pero el dueño de la casa nunca volvió; quién sabe dónde había ido a parar… al final sucedió, que el agua, de tanto acumularse, rebosar y desparramarse por todas partes, hizo nacer un hombre: alto, azul, transparente y cristalino”.


Sigiloso, delicado y azul, muy azul, allí se encontraba, sutilmente escondido, en una pequeña librería de Barcelona, “La casa de los cuentos”, el protagonista de esta bella historia, “El hombre de agua”.



Nos presenta a un ser diferente, sorprendente, increíble y que causa las más diferentes reacciones de quien encuentra a su paso. ¿Es un nuevo vecino?, ¿de dónde ha salido? ¿Cómo lo recibirán?


Él sólo pretende ayudar, buscar su lugar en el mundo, en ese mundo que sin conocerlo ya lo juzga, lo ignora o rechaza. Pero como en la vida misma el tiempo pone las cosas en su sitio y es ese tiempo el que hará que todos confíen en él y comprendan que no es peligroso…



Hasta que un día de tormenta, una extraña voz le susurra que lo siga… “recuerda que estás hecho de agua, tú lugar está en los ríos, en los mares, en la lluvia…”. ¿Encontrará su sitio?, ¿encontrará la felicidad anhelada?

Lo descubrirás entre las páginas de esta hermosa historia, que habla del respeto a la diferencia, tintada de azul, azul del agua, azul de la vida.

Escrita por Ivo Rosati e ilustrado por Gabriel Pacheco, fue seleccionado en la III Bienal Internacional de Ilustración Infantil Ilustrarte y finalista Premio Andersen 2008(albúm ilustrado). Editado por Kalandraka.

María José.

3 comentarios:

doloretes dijo...

Hace dos años que este hermoso álbum está en nuestra biblioteca, lo utilizamos en nuestra semana cultural sobre los cuatro elementos. Les encantó a los pequeños.

alfonsopascon dijo...

Doy fe de que se trata de un album inolvidable. De hecho, me sigue por las bibliotecas de aula en mi vida profesional.

Taller literario dijo...

Un libro con unas ilustraciones preciosas, que utilizo en mis cursos de escritura creativa para ilustrar la técnica del atributo fantástico.