Llevo ya algún tiempo acercando a mis alumnos al maravilloso mundo de la literatura infantil. Los he visto reírse, asombrarse, cantar, gritar, repetir frases conmigo e incluso tumbarse en la asamblea y no hacerme ni caso…
Esta semana ha sido diferente, he podido comprobar como sus corazones rebeldes se han enternecido, hasta tal punto de hacerme repetir el cuento durante la misma sesión, sin tan si quiera pestañear. Han captado perfectamente el mensaje de TERNURA y AMISTAD lanzado por este hermoso cuento.
Esta semana ha sido diferente, he podido comprobar como sus corazones rebeldes se han enternecido, hasta tal punto de hacerme repetir el cuento durante la misma sesión, sin tan si quiera pestañear. Han captado perfectamente el mensaje de TERNURA y AMISTAD lanzado por este hermoso cuento.
“León, es un rey no demasiado grande ni tampoco demasiado pequeño. Elefantito, se ha quedado solo en el mundo y se cobija en la puerta del palacio del rey.
Este en un arrebato de grandeza lo echa de allí, diciéndole “¡lárgate sabandija, pulga gris!”.
Pero el león no es tan fiero como lo pintan y a la mañana siguiente movido por su bondad (que la tenía) lo invita a pasar y desayunar. Desde aquel día león y elefantito se harán inseparables unidos por la lectura de cuentos, por las innumerables historias que león comparte con elefantito y por los juegos, que hacen que su amistad crezca. Siempre al son de una frase que elefantito siempre dice y que da título a este cuento “Tú grande y yo pequeño”.
Todo iba bien hasta que el león dejo de sentirse tan grande al lado de su amigo que, ya crecido, le doblaba fácilmente en tamaño. Así que, un buen día le dijo que tenía que marcharse, ya que no tenía nada más que ofrecerle y con gran tristeza el elefante abandonó palacio.
Tiempo después, el destino quiso reunirlos de nuevo, cuando, elefantito paseando en taxi por la ciudad, se encontró a un anciano león despojado de toda su grandeza. Sin pensarlo dos veces, elefantito pensó que era el momento en el que el cuidaría de león. Desde aquel día no se separaron y continuó lo que era una hermosa amistad.
Una historia de Grégorie Solotareff, Editorial Corimbo.
Maria José (5 años)
Este en un arrebato de grandeza lo echa de allí, diciéndole “¡lárgate sabandija, pulga gris!”.
Pero el león no es tan fiero como lo pintan y a la mañana siguiente movido por su bondad (que la tenía) lo invita a pasar y desayunar. Desde aquel día león y elefantito se harán inseparables unidos por la lectura de cuentos, por las innumerables historias que león comparte con elefantito y por los juegos, que hacen que su amistad crezca. Siempre al son de una frase que elefantito siempre dice y que da título a este cuento “Tú grande y yo pequeño”.
Todo iba bien hasta que el león dejo de sentirse tan grande al lado de su amigo que, ya crecido, le doblaba fácilmente en tamaño. Así que, un buen día le dijo que tenía que marcharse, ya que no tenía nada más que ofrecerle y con gran tristeza el elefante abandonó palacio.
Tiempo después, el destino quiso reunirlos de nuevo, cuando, elefantito paseando en taxi por la ciudad, se encontró a un anciano león despojado de toda su grandeza. Sin pensarlo dos veces, elefantito pensó que era el momento en el que el cuidaría de león. Desde aquel día no se separaron y continuó lo que era una hermosa amistad.
Una historia de Grégorie Solotareff, Editorial Corimbo.
Maria José (5 años)
1 comentario:
Es una mierda
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