5 de agosto de 2011

BOLSILLO


“El día que nos dimos cuenta de que el abuelo no estaba en su sillón empezamos a buscarlo por toda la casa”
Los bolsillos suelen ser a veces lugares llenos de sorpresas, de objetos que creíamos perdidos. Se llenan a veces de secretos y en ellos vamos guardando objetos de los que aunque fútiles nos resistimos a desprendernos…..….Pequeños, insignificantes… pero emocionalmente importantes para nosotros…. La entrada del cine de esa película que nos cautivó, el botón que se desprendió y nunca volvió a su lugar, el papel de un bombón que nos endulzó más que el paladar. Algunos permanecen allí como lo recuerdos más íntimos…otros van desapareciendo sin darnos cuenta por ese descosido que desconocíamos….Son como la memoria de las  pequeñas cosas.

Pablo Albo nos cuenta en "Bolsillo" esta historia divertida y a veces surrealista de una singular familia que ha perdido al abuelo y como siempre, sin abandonar ese toque de ternura que caracterizan sus obras. Lo buscan por aquí, por allá, pero el infructuoso intento de búsqueda  les hace mirar por fin en el bolsillo de su bata y de el van apareciendo objetos que le pertenecían y que les hace recordar momentos vividos junto a él….despertándoles y despertándonos  una sonrisa. Y de pronto del bolsillo….!!la abuela!!....¿andará el abuelo escondido también dentro de el?…..lo mejor, buscarlo entre sus páginas.
Una metáfora entrañable, como todas las que nos ofrece Pablo Albo, con ese toque de humor tierno de sus obras, sobre las ausencias y los recuerdos. Muchas veces sin querer  olvidamos esas cosas cosas importantes por abandono unas veces y otras porque irremediablemente hemos de dejarlas ir….pero su recuerdo permanece.
Como decía José Saramago “una persona nunca desaparecerá mientras exista alguien que le recuerde aunque sea por el detalle más mínimo”.

Las ilustraciones de Lucía Serrano, divertidas y llenas de toques humorísticos nos arrancaran una sonrisa.

Editado por República Kukudrulu.

LUIS