15 de enero de 2017

PARA SIEMPRE.


Recuerdo aquella mañana que llegué a clase y me encontré a la mascota de nuestra clase, un pez  naranja llamado Pirata,  flotando en el agua, sin vida. Lo primero que se me ocurrió fue deshacerme de él antes de que llegaran los niños a clase y cuando éstos entraron y vieron la pecera vacía me inventé una historia sobre su mamá que lo había llamado desde el mar y él se había escapado por la noche a buscarla... Creo recordar que incluso escribí una nota simulando estar escrita por él despidiéndose, diciendo que nos esperaba en la playa cuando quisiéramos visitarle. En ese momento creía que hacía lo mejor, no haciéndolos enfrentarse a la muerte de Pirata, pero siempre me he preguntado si actué de forma correcta haciendo aquello.

Aunque la muerte sea un hecho natural inherente a la vida como otros muchos, no por ello deja de ser un proceso doloroso. En la mayoría de los casos, a los adultos se nos hace sumamente difícil hablar sobre ella con los más pequeños, llegando a evitar el tema en muchos casos o disfrazándolo con florituras, por la obsesión que tenemos de proteger a los niños de todo aquello negativo... ¿pero es esto realmente lo adecuado? ¿hay que ocultar la verdad a niños y niñas sobre este tema? ¿se puede hablar de ello pero dulcificando el hecho, tratándolo, por ejemplo, con metáforas e historias inventadas?


Cada vez son mas los psicólogos críticos con el modo de proceder adulto de esconder el tema de la muerte y que abogan por hablar de ella de forma natural, ya que a lo largo de su vida los niños se van a encontrar con alguna pérdida importante. Una de ella es la psicóloga Camino García, que con el libro "Para siempre" nos quiere ofrecer la posibilidad de hablar con los niños y niñas acerca de la muerte, de manera natural y sin florituras, como algo inherente a la vida misma y al ser humano, pues todos nacemos, crecemos y morimos igualmente. No debemos maquillarla, es preciso integrarla en nuestra vida como un hecho más.

"Para siempre" es un cuento, por tanto, que contribuye a ver la muerte como parte de la vida, y lo hace a través de una niña a la que todos le hablan de la muerte ocultando la verdad. En clase, en casa, en la calle, todas las personas le dan explicaciones diferentes sobre la pérdida de un ser querido, hasta que ella misma se da cuenta que a veces las personas se van para siempre y entonces sientes mucha pena, pero que eso es normal y lo que hay que hacer es enfrentarse a ella y recordar que esas personas nunca se van del todo, porque aquello que hemos vivido junto a ellas será nuestro para siempre.


Nos han gustado mucho tanto el texto de este libro, escrito por Camino García, como las fantásticas ilustraciones ilustraciones de Marco Recuero. El prólogo corre a cargo de  Ramón Bayés. Un libro, en palabras de la propia autora, que "está dirigido a niños, pero no exclusivamente a ellos, que intenta facilitar a los adultos la tarea de hablar con los niños acerca de la muerte".

Editado por La Fábrica de Libros.

JOSÉ CARLOS.