Aunque siempre nos hayan parecido crueles ciertas temáticas
en los cuentos tradicionales, que con el tiempo fueron dulcificadas para contarlas
a los niños, es bien cierto que fueron recogidas por la tradición oral de
historias y situaciones que en muchos casos no eran fantasía, sino que ocurrían
u ocurrieron en la realidad.
Se trataba de trasladar al pueblo historias y hechos y que
en muchas ocasiones no estaban destinados al público infantil, los cuales siempre contenían una moraleja.
¿Quién no se ha sentido sorprendido con la actitud de los
padres de “Hansel y Gretel” y su actitud malvada al abandonar a sus hijos en el
bosque, no una sino dos veces? En las primeras historias de este cuento que
ahora publica la Editorial OQO, eran los padres los que abandonaban a los
hijos.
Después, para dulcificar y evitar la crueldad de unos padres que pueden acometer tales hechos, esa actitud se trasladará a la figura de la madrastra de los niños, con lo que el rol de una mujer que cuida de unos hijos que no son suyos se convertirá en la mayoría de los cuentos clásicos en un personaje malvado, lo cual ha hecho que la palabra "madrastra" tenga unas connotaciones tan negativas, y de esta manera se justificaba dicha actitud.
Después, para dulcificar y evitar la crueldad de unos padres que pueden acometer tales hechos, esa actitud se trasladará a la figura de la madrastra de los niños, con lo que el rol de una mujer que cuida de unos hijos que no son suyos se convertirá en la mayoría de los cuentos clásicos en un personaje malvado, lo cual ha hecho que la palabra "madrastra" tenga unas connotaciones tan negativas, y de esta manera se justificaba dicha actitud.
El machismo imperante en muchos cuentos clásicos hace que nunca el
padre o padrastro en estos cuentos se vea con ojos negativos o malvados,
quedando siempre en un segundo plano frente a la mujer.
Para entender este tipo de relatos hay que trasladarse a la vida y consideracion de niños y niñas durante la Edad Media, de donde provienen todas estas historias tradicionales. Los niños no eran considerados como en la actualidad, estimándose la infancia como un estado que se había de soportar en lugar de gozar y proteger. Se considerába esta etapa como un periodo carente de vigor, astucia, ingenio y nada provechoso. De aquí que los padres decidan sobre la vida de sus hijos sin importarles su bienestar.
Para entender este tipo de relatos hay que trasladarse a la vida y consideracion de niños y niñas durante la Edad Media, de donde provienen todas estas historias tradicionales. Los niños no eran considerados como en la actualidad, estimándose la infancia como un estado que se había de soportar en lugar de gozar y proteger. Se considerába esta etapa como un periodo carente de vigor, astucia, ingenio y nada provechoso. De aquí que los padres decidan sobre la vida de sus hijos sin importarles su bienestar.
Debido a la hambruna imperante en la Edad Media el abandono
de niños era una práctica común en muchas familias. La extrema pobreza les hacía
que pudieran abandonar a los pequeños. En muchas regiones alemanas no era
constitutivo de delito este hecho, teniendo derecho la madre a abandonar a sus hijos. Así mismo la
frialdad con la que la niña se deshace de la bruja en el fuego hay que
entenderla como que en aquella época eran quemadas en la hoguera aquellas mujeres acusadas de
brujería.
Muchas veces es curioso conocer la historia para acercarnos
a estos cuentos que en muchos casos nos parecieron y nos parecen tan crueles.
“Hansel y Gretel”,
versionado por Tina Meroto ("La bruja rechinadientes, Editorial OQO) e ilustrado por Iratxe López de Munáin, ha
sido editado por la Editorial OQO.