Es por la mañana temprano, vamos en el metro y alguien bosteza. A los pocos segundos no podemos evitar que la comisura de nuestros labios empiecen a moverse y también bostezamos. Y no somos los únicos, porque el fenómeno puede estenderse rápidamente por todo el vagón como un reguero de pólvora.
El bostezo, ese movimiento incontrolado que aparece en el momento más inesperado y que es de lo más contagioso, es algo que todo el mundo sabe pero, ¿lo podrías controlar si te lo propusieses? ¿serías capaz de no bostezar aunque el sueño te acechara irremediablemente?...
Es difícil, porque los bostezos aparecen así de repente, por ejemplo cuando estás jugando y estiras los brazos, los ojos se te cierran, la boca se te abre de par en par, la lengua se enrosca y mmmm...... uuummmmm.... ¡uoaaaaahm!, sueltas un bostezo. Y claro, antes de que te des cuenta te mandan a ponerte el pijama, meterte en la cama y en un pis pás estarás metido en la cama, calentito, preguntándote ¿cómo he llegado hasta aquí?
Parece que está claro, si no quieres que te manden a la cama, entonces no deberás bostezar. Pero ahora viene la difícil cuestión... ¡cómo evitarlo!
En este álbum editado por Barbara Fiore, la escritora canadiense Hélène Boudreau nos dará unos cuantos consejos o advertencias si no queremos sucumbir a los inevitables bostezos, como por ejemplo: no mirar a tu hermano pequeño o al perro si bostezan, alejarte de los peluches que más te gusta abrazar, evitar cuentos sobre animales dormilones y por supuesto, no contar ovejitas, ¡eso es lo peor!
¿Darán resultado todos estos consejos? realmente no lo sabemos, pero de lo que si estamos seguros es que los niños y niñas lo pasarán en grande con esta hilarante y contagiosa historia de bostezos y niños que no se quieren ir a la cama, que cuenta con el valor añadido de las divertidas ilustraciones de Serge Bloch.
Y tú... ¿te atreves a intentar no bostezar? Si no lo consigues, ¡qué tengas dulces sueños!
JOSÉ CARLOS.