Llega a nuestras manos el último premio Ala Delta de la Editorial Edelvives. Se trata de “El hombre que abrazaba a los árboles” de
Ignacio Sanz e ilustrado por por Ester García. Una novela que nos ofrece un hermoso canto a la amistad y a
la naturaleza.
Felicidad es una niña que vive en su pueblo y que comienza
una hermosa amistad con Marcial, un anciano que ama la naturaleza y sobre todo sabe mucho de ella,
de los animales y plantas que la pueblan. Transmitir sus conocimientos, aquellos que
están y no están en los libros es su objetivo, trasladando de este modo a la pequeña esa pasión
y amor hacia un mundo lleno de bellezas escondidas.
Durante el almuerzo y compartiendo su tortilla de patatas,
Marcial compartirá también, como si fueran abuelo y nieta, sus historias y conocimientos.
Un mundo nuevo se abre en torno a Felicidad
que conocerá, entre otras cosas, como las ardillas pueden volar aunque no tengan
alas, como los picapinos se bañan en la nieve, cómo se pueden comunicar las
urracas…. Pero sobre todo le hablará de árboles centenarios a los que el anciano
abraza antes de la tala.
Pero los recuerdos y la memoria a veces se desvanecen o
tristemente desaparecen y esto es lo que Marcial experimentará, sin saber que
todo lo transmitido por él con tanto amor ha quedado atesorado en la memoria de
Felicidad.
Una hermosa novela ilustrada, cargada de momentos poéticos,
que nos ofrece la oportunidad de hacer llegar a nuestros alumnos el valor y la
importancia que la naturaleza tiene en nuestras vidas. Saber escuchar las sabias
enseñanzas de nuestros mayores, cuidando lo que algún día podríamos perder, es lo
que nos hace llegar el abrazo de Marcial a los árboles.
LUIS
¡Me há encantado!
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