Esta semana hemos recibido un regalo muy, pero que muy especial para nosotros. Margarita del Mazo y Ángela Cabrera nos han regalado un ejemplar dedicado de su libro Hamelín, editado por la Fragatina y del que ya os hablamos hace tiempo porque había recibido El premio Lazarillo 2011 de Álbum Ilustrado. Fue precisamente en esta entrega de premios donde nos conocimos en persona.
Hamelín es es una versión singular de "El Flautista de Hamelin", de los Hermanos Grimm. Fábula que cuenta la historia de la población de Hamelin,
que infestada de roedores buscaba urgentemente una solución. Un
desconocido se ofrece a liberar al pueblo de los roedores a cambio de una
cifra de dinero, guiando a las ratas por medio de una melodía que
interpretaba en su flauta, hasta el río para que todas se
ahogaran. Sin embargo la población se negó a pagarle y el flautista y
con su melodía atrajo a los niños/as del pueblo y los condujo hasta una
caverna en las montañas.
En esta ocasión la versión nos llega con un texto breve, contundente y directo, en el que además, las ilustraciones toman gran protagonismo. Uno y otro se complementan a la perfección y podríamos asegurar que no podrían darse por separado, el uno sin el otro.
Textos precisos que prescinden de adornos inútiles y que se dejan ver desde la misma portada, sustituyendo el título original de "El flautista de Hamalíen", por tan solo "Hamelín". Y unas ilustraciones igual de contundentes en las que se mezclan el lápiz con el collage, que permite apreciar distintas texturas. Ilustraciones que en una primera ojeda pueden parecer imágenes simples, pero que cada vez que las volvemos a observar, nos van descubriendo nuevos y soprendentes detalles.
Aunque pueda parecer extraño por la magnífica conjunción entre texto e ilustración del libro, el álbum "Hamelín" no tuvo un fácil comienzo, según cuenta la propia Ángela Cabrera. Primero nacieron las ilustraciones y recibió varias negativas al intentar encontrar a un escritor que escribiera el texto. Afortunademente, Margarita del Mazo definitivamente venció "su vertigo" y decidió aceptar escribir la historia. Seguro que al final ambas no se habrán arrepentido en absoluto de su acertada decisión...
JOSÉ CARLOS.