¡Esto es lo que estaba buscando! pensé cuando mi compañera Isabel me sorprendió con este libro.
En uno de sus viajes relámpago a Madrid y por recomendación de una de mis librerías favoritas, "La mar de letras", llegó a mis manos " Un día diferente para el señor Amos".
Como cada mañana, el madrugador señor Amos, al sonar su despertador se levantó y cambió su pijama por su verde uniforme recién planchado...Amos es un hombre de costumbres sencillas, tras desayunar se dirige a coger el autobús nº5, el cual lo llevará hasta el zoológico, su lugar de trabajo.
Por mucho trabajo que tenga, siempre deja hueco para jugar al ajedrez con el elefante,
para dejarse ganar a las carreras con la tortuga, sentarse tranquilamente con el tímido pingüino,
limpiarle la nariz al resfriado rinoceronte y cuando anochecía le leía cuentos al miedoso búho.
Una mañana, todo cambió, el señor Amos entre estornudos y escalofríos no pudo acudir a su cita de todos los días, su trabajo en el zoo. Tras un largo rato de espera sus amigos los animales, deciden coger el autobús e ir a su casa.
Allí, junto a quien los cuida a diario pasaron la tarde jugando al ajedrez, a las "escondidas", calentándole los pies, limpiando sus mocos, para acabar dormidos mientras el búho les contaba un cuento.
Esta historia es todo un derroche de ternura, amor y amistad. La sencillez que desprende junto a unas ilustraciones, que cobran vida propia, unos rostros dibujados a lápiz sobre grabados en color realizados en planchas de madera, todo ello con una maestría increible y el uso del color, inyectan de vida al cuidador del zoo Amos McGee y a sus amigos animales, convirtiéndo, pues, a este libro en un preciado tesoro, el cual ha sido galardonado con la Medalla Caldecott 2011.
Escrito por Philip C. Stead e ilustrado por Erin E. Stead, está editado por OCEANO Travesía.
María José.