Un perro y un gato se conocieron.
El gato dijo: ¡Miau!
El perro dijo: ¡Guau!
Pero no se entendieron.
El gato dijo: ¡Miau!
El perro dijo: ¡Guau!
Pero no se entendieron.
La amistad a veces es complicada, pero es que si no, no sería una auténtica amistad... ¿me equivoco?. No siempre son buenas palabras las que nos decimos, porque hay días que, aún hablando el mismo idioma, no nos entendemos con nuestro mejor amigo. Otros días nos enfadamos por la más mínima cosa y dejamos de hablarnos por un tiempo, pero al final, nos podemos evitarlo y la añoranza hace que hagamos lo que sea por recuperar al amigo incondicional y entonces todo vuelve a empezar, sin rencores ni reproches. Eso es la auténtica amistad.
Otra de las cosas curiosas de la amistad es que un veradero amigo es fiel y eso a pesar a veces de las evidentes diferencias entre nosotros, como le ocurren al perro y al gato protagonistas de esta historia. Una historia sencilla, pero que nos hace revivir todas las etapas por las que pasa la amistad: cuando los dos animales se encuentran son muy felices, juegan, luego se enfadan y se separan, pero después se echan de menos y se vuelven a juntar para jugar.
Justo la misma historia que se repite una y otra vez con nuestros niños y niñas de Educación infantil, por lo que este álbum nos servirá para reflexionar con ellos sobre el valor de la amistad y de la importancia de saber pedir perdón cuando hacemos daño a un gran amigo. Los conflictos son inevitables, pero es necesario saber resolverlos de forma pacífica.
La autora, Paula Carbonell, ha escrito sobre el texto: “Un perro y un gato: como un padre y un hijo, como dos hermanos, como una pareja, como los abuelos, como tú y como yo. Como un perro y un gato”.
Para ilustrar el texto han sido elegidas las manos e imaginación de Chené Gómez, que con sus simpáticas imágenes, llenas de colorido, refleja estupendamente las fases de la amistad que anteriormente mencionábamos, en las caras de los animales protagonistas. Edita: OQO editora.
JOSÉ CARLOS.