Hace pocos días, cenando con una buena amiga, me llegó al corazón la fascinación con la que hablaba de sus abuelos, de la importancia que habían tenido en su vida y del gran dolor que había supuesto su pérdida. "Era como si algo te atravesara el pecho en ese momento" me decía, "pero ahora los llevo dentro y sé que su recuerdo no me faltará nunca, por eso a mis hijos no les privaré nunca de poder disfrutar de sus abuelos mientras puedan".
Supongo que algo parecido a este sentimiento tan hermoso es lo que ha llevado a Daniel Torrent a escribir e ilustrar este magnífico álbum, "Mi abuelo Carmelo", editado por Kalandraka recientemente.
Asumir la muerte de nuestros mayores es un proceso natural, aunque no por ello menos doloroso. Por eso, nos ayuda a veces el mantener vivo su recuerdo, el pensar que puedan estar presentes todavía, aunque de otra forma, en nuestras vidas.
Así lo hace el protagonista de este álbum, que narra la tierna historia de amistad de un abuelo y su nieto. Juntos se dedican a cuidar su jardín mientras que el abuelo cuenta al niño historias de tierras lejanas, allí donde viejan las golondrinas. Pasa el tiempo y el abuelo desaparece, pero esto no es motivo de desesperanza para el protagonista, pues el abuelo y su memoria vuelven en cada una de las gotas de agua que hoy riegan las plantas del jardín que un día él le enseñó a cuidar.
Así lo hace el protagonista de este álbum, que narra la tierna historia de amistad de un abuelo y su nieto. Juntos se dedican a cuidar su jardín mientras que el abuelo cuenta al niño historias de tierras lejanas, allí donde viejan las golondrinas. Pasa el tiempo y el abuelo desaparece, pero esto no es motivo de desesperanza para el protagonista, pues el abuelo y su memoria vuelven en cada una de las gotas de agua que hoy riegan las plantas del jardín que un día él le enseñó a cuidar.
Como véis, un libro cargado de metáforas y poesía que nos ha conquistado por la ternura de su historia y por la belleza de sus ilustraciones, suaves y cálidas, que nos han transportado a nuestro propio pasado. Ilustraciones en las que abundan elementos relacionados con el correo aéreo, como los sellos y postales, evocando así los viajes de las golondrinas.
Pero sobre todo, no ha parecido fabuloso apreciar a través de su lectura como una persona puede dejar una huella tan fascinante e imborrable en otra para siempre y que además podamos nosotros difrutar del homenaje tan hermoso que ésta le dedica ahora.
Dani Torrent (Barcelona, 1974), es licenciado en Historia del Arte por la Universidad de Barcelona y estudió Ilustración en la Escuela Llotja de esa misma ciudad. Su trabajo, que llegó a exponerse en países como Italia y Hungría, recibió varios premios. Además de “Mi abuelo Carmelo”, también ilustró el libro “Mefi, Sata y Monio”, con texto de Mercedes Neuschäfer-Carlón, editado en la colección Siete Leguas de Kalandraka (Fuente: kalandraka)).
“Mi abuelo Carmelo” es el homenaje sentimental de Dani Torrent a quien para él era un ser “mágico, cariñoso y creativo”, como propio el autor explicó en una entrevista realizada para el programa La Estación Azul de los Niños, de Radio Nacional de España. Para escuchar la entrevista pincha en el siguiente enlace.
JOSÉ CARLOS.