2 de noviembre de 2010

EL PACTO DEL BOSQUE


Cada noche pedía a mi madre que me contara un cuento. Era aquel, un momento en el que la historia a veces no importaba. Era un instante mágico e íntimo, al final del día, que nos pertenecía a nosotros dos, solos. Se hacia el silencio al final de la jornada, mientras escuchaba el sonido de su voz leyéndome un libro, o sin el, mientras inventaba historias en las que a veces yo era el protagonista. Y me hacia soñar.

Es este momento de nuestra infancia en el que nos sumerge Gustavo Martin Garzo en “El pacto del bosque”, editado por la Editorial El Jinete Azul y con las bellas y hermosísimas ilustraciones de Beatriz Martín Vidal.

En "El pacto del bosque", los dos pequeños piden cada noche a su madre el mismo cuento, aquel que transcurre en un bosque donde los lobos son amigos de los conejos, Orejitas y Lametón, que un día desobedecen a su mamá, se alejan de casa y se adentran en el bosque.
Luego llega la noche y en la oscuridad del bosque oyen el lamento de una loba ciega y a punto de tener a sus lobeznos. Lametón no siente miedo y lame los ojos de la loba, que recupera la vista. Desde entonces existe un pacto en el bosque, donde los lobos y los conejos viven en paz.

Utilizando los temas recurrentes de la literatura infantil, dos niños que desobedecen a su madre, un bosque, el lobo que se esconde tras un árbol. Gustavo Martín Garzo da una vuelta de tuerca a estos temas. En el ahora son los niños, que escuchan el cuento, personificados en los dos simpáticos animales los que sin miedo se adentran en el bosque buscando recuperar ese pacto perdido entre el hombre y la naturaleza. Una unión, la de esta y el hombre, que se pierde día a día y que mediante esta preciosa metáfora, se intenta recuperar. Aquí el animal y el bosque no son un enemigo y debe existir de nuevo esa comunión ese pacto que siempre existió con el hombre.

Este es el tercer libro que Gustavo Martín Garzo dedica a la literatura infantil. Con "Tres cuentos de hadas", obtuvo el Premio Nacional de Literatura Infantil y Juvenil 2004.

Las maravillosas ilustraciones de Beatriz Martín Vidal, engrandecen el texto de Martin Garzo. De una gran expresividad ,dotan al texto de gran realismo, captando fielmente el mundo imaginado por los niños durante la lectura del cuento. La técnica utilizada lo aleja de las tradicionales ilustraciones para libros infantiles.

LUIS

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